lunes, 19 de marzo de 2018

"Girasolín" de Ascension Rojas Palacios -Primer Premio Concurso de Cuentos "Maestro Benaiges" Edición 2017





Ascensión Rojas Palacios
Primer Premio Concurso de Cuentos
"Maestro Benaiges"
Edición 2017

 Un regalo para todos los lectores del blog. Nada menos que el Primer premio para que disfrutéis de una deliciosa historia llena de ternura escrita por Choni. Felicidades campeona.



 Os recordamos que está editado el libro con todos los cuentos presentados a la segunda edición del concurso de cuentos organizado por la Asociación Escuela Benaiges, y que podéis poneros en contacto a través de escuelabenaiges@gmail.com para que os lo enviemos.

                                   GIRASOLÍN




Todos los jueves del curso, mis pequeños se preparan para escuchar una historia, que en sus cabecitas alimentará la fantasía, provocando emociones, inquietudes y preguntas. Historias y cuentos que para mí son pretexto, para explorar nuevos mundos y enriquecer su lenguaje con desconocidas palabras.

Hoy la historia que les traigo, la guardo en mi cabeza desde mi más tierna
infancia, la cual, cada año en llegando el estío, renace en mi pensamiento al pasear por los campos de este pueblo burebano de la ancha Castilla y recrear mi mirada en las vastas extensiones de trigos y girasoles.

Modifico cada vez la trama, el inicio o el desenlace, incluyendo o quitando personajes. aunque siempre, siempre está ella, llevándome de la mano, adentrándome en un reino de ilusión y fantasía.

.y deseando que así sea, ya esta historia comienza con..


¡Abuela, cuéntame un cuento!

Escucho su voz que comienza: Érase que se era, en un tiempo y un lugar, un campo de girasoles semejante a una ciudad.
Cada cual en ese campo, tiene su ocupación, los pequeños a la escuela, los grandes a trabajar, los gobernantes velando para que reine la paz. (¡es un cuento!)

Aunque juntos realizan la actividad principal, que es acompañar al Sol en su diario caminar, cuando alumbrando abre el día y lo cierra a su final.

Entonces, todas las cabezas forman, moviéndose al mismo tiempo, un único girasol, felices de estar unidos al realizar su labor.


¿Todas?.. iiiTODAS, NO!!!.


Allá en la linde del campo, hay alguien que no se enteró, es tan pequeño que al pobre, el rayo del sol no le llegó y se quedó distraído mirando... ¡a otra flor!.

Girasolín es el nombre de nuestro campeón.


Cuando al acabar el día, el Gran Sol ya se ocultó, la masa de girasoles dió la vuelta en derredor en la dirección Este, por donde él saldrá de nuevo, a derramar su calor.

Pero Girasolín despistado, dado la vuelta quedó. Y así lo encontró la Luna cuando en la noche salió.
El pequeño, deslumbrado de la luz blanca quedó, extendiendo sus hojitas a la Luna abrazó y ella quedó prendada al ver en él tanto candor.

Con el amor de una madre con su luz acarició y lo meció entre sus brazos hasta que ya se durmió.


A llegar la amanecida, dormidito le encontró y no fue hasta el mediodía cuando ya se despertó.


Corriendo se fue a la escuela. La maestra lo recibió y le preguntó extrañada, que fue lo que ocurrió.

Confuso y emocionado, a trompicones contó su aventura nocturna, pero nadie le creyó. (Es porque desconocen que pasa al llegar la noche, ya que vuelven sus cabezas en la otra dirección).

Salvo este incidente, la jornada transcurre con total normalidad. Los girasoles pequeños solo piensan en jugar, en disfrutar aprendiendo y aprendiendo a disfrutar.

Siguen a sus mayores en su continuo girar. Sin parecer que se muevan, nunca parados están. Terminan donde empezaron, orientados al naciente, reclinando sus cabezas, para poder descansar hasta que comience el día para... ¡volver a girar!, (-1-)

Pero Girasolín no se olvida de las emociones vividas durante la noche anterior, y cuando el día oscurece y todos dormidos están, él vuelve su cabecita para la Luna encontrar.

Y la historia se repite cada noche sin cesar. Girasolín queda absorto en ese intenso brillar. La Luna, que está encantada, se deja acompañar y va contándole historias del universo lunar, de estrellas que van errantes, de planetas y meteoritos que surcan al más allá.

Y a la vez que esto ocurre en plena nocturnidad, durante el día se duerme, contrario a los demás. Cada vez está más flaco, pálido y ojeroso. Sus compañeros crecieron y lucen hermosos ya. La diferencia es tan grande que por todos es de notar.

La Gran Girasolona, que pendiente de todo está, preocupada por el hecho, al pequeño hace llamar. Le increpa por lo ocurrido y le insta a declinar esta actitud tan, dañina, que le puede hacer enfermar.
Girasolín se rebela. ¡NO pienso! Dice enfadado y se da la media vuelta con los pétalos erizados.


La Gran Madre, sonríe hacia adentro ante esta rebelión, porque a sí misma se recuerda en igual situación.

De aquellas noches insomnes, lleva en su corazón el recuerdo de la Luna que tanta huella dejó y que, aún medio a escondidas y cuando nadie la ve, se vuelve y sonríe a la bella esfera, cuando derrama su luz.

En este vasto universo, cada acción o pensamiento provoca una reacción y cada cosa que uno hace, tiene su repercusión.

Girasolín no desiste, quiere seguir igual, disfrutando cada noche de su aventura lunar.

El Sol se siente ofendido de tamaña atrocidad. ¿Cómo es que este pequeño me está osando despreciar?.

Esta luz que yo derramo, es de gran necesidad para calentar la Tierra y lo que sobre ella está, Para que todos los seres vivan y se puedan desarrollar. Para que haya día tras la noche y se pueda descansar.

Se siente tan enfadado que dejará de brillar.


Y en la mañana siguiente, todo es oscuridad. Los girasoles esperan la luz que debe llegar, para filtrar por sus hojas y poderse alimentar. Para que sus frutos aquenios (2) se puedan ya madurar y.. para poder girar sus cabezas que les da su identidad! (3)

El planeta queda a oscuras y todo el mundo se pregunta ¿qué es lo que pasará?

Siempre oscuro, en tinieblas... Consternación por doquier.....Las plantas se quedan mustias. Los niños no van al cole, sus padres siempre en pijama. Y los
animales? con ellos mucho peor. A los que cazan de noche no les falta su ración pero el resto..., aunque hambrientos, ¡ni se asoman por temor!.

La Gran Madre Girasolona, viendo tamaño desastre en todo su alrededor, del pequeño testarudo reclama la atención.

Largo y tendido han hablado. Ella le hace confesión de su secreto guardado...Hace tiempo, cuando niña, también su cabeza volvió para mirar a la Luna y tanto, tanto la miró que sus melenas rubiales iban perdiendo el color.

Con tanto amor le ha explicado lo que entonces ya pasó, cuando todo fue tinieblas, cuando la tierra se heló y el sentir que se repite lo que antaño aconteció, que Girasolín comprende y llega a la conclusión, de que no puede ni debe, causar tamaño dolor.

La Luna que brilla en lo alto, oye la conversación y se decide a ayudarlos, tanta es su compasión.
Ella, antes de acostarse, comunicará con el Sol. Ambos son grandes amigos, y desde tiempos remotos se profesan mutuo amor.

De ellos dice la leyenda que se buscan al albor surgiendo de estos encuentros, un enorme resplandor.
El Sol recibe el mensaje y acude raudo y veloz. Cuando sus rayos se juntan el brillo es cegador. Tras el fogoso encuentro, se plantea la cuestión.

No es de recibo, querido, dejar de hacer tu trabajo y causar tal destrucción, dice la Sabia Luna.
Por hacer lo que se debe, no es preciso, compañero, recibir la aprobación.

Hay reflexión en conciencia del estado de las cosas y del equilibrio del cosmos como la fuerza mayor, que requiere de cada uno, mantener su posición.

Se despiden los amantes. (les cuesta decirse adiós). La Luna, tras cumplir con su trabajo, se retira a descansar. El Sol se emplea con ganas, dispuesto a reconfortar a tantos seres que, ateridos y marchitos, anhelan ya despertar.

Todos reciben al sol y le muestran su alegría. El día que da comienzo, ¡es día de fiesta mayor!
Los girasoles levantan sus agachadas cabezas. Se reavivan poco a poco, el verde vuelve a sus hojas y sus pétalos amarillos recobran ya su tersura.

Todos los girasoles resplandecen bajo el sol.

Todos? ¡¡¡TODOS,NO!!!


Allá, al fondo del campo, un pequeño está tendido, llorando con desconsuelo. Además de estar muy débil, se encuentra muy apenado. El Sol le busca entre todos. Se hace preciso el perdón.

Con suma delicadeza, va calentando su tallo, ilumina su cabeza hasta que ya recupera las energías perdidas.

Girasolín agradece del astro sus atenciones y también la comprensión que muestra por lo que ocurrió.

De los errores cometidos, es de sabios aprender.

Los días que se suceden son del todo esplendorosos.
Aquel pequeño enclencucho, es ahora un mocetón. Tan alto y esplendido luce, que ahora es
Girasolón

La Gran Madre se ha hecho vieja. Sus pétalos se cayeron. Su cabeza ya no gira...Se quedó mirando al Este y de ahí ya no volvió. (4)

¿Quién cuida ahora del campo? ¿Lo adivinas? ¿Lo supones?

 Es el Gran Girasolón.


Al terminar con el cuento, y mirar en derredor, me parece que los niños son como girasoles orientados hacia mí, con sus lindas cabecitas amarillo anaranjadas, tal cual un Girasolín.



 Y colorín colorado este cuento...creen que ha acabado? Si acaba de empezar! Profe, y porque... ? y que quiere decir ...? ¿y cuando fue.... ?

iAhora empieza otro cuento! El que más me gusta a mí.

Esta tarde, con merienda, saldremos todos al campo para ver los girasoles. El tema ya está servido y no falta motivación para seguir aprendiendo.

Identificáremos a los personajes del cuento, todos están ahí: los viejecitos con la cabeza agachada, los que están dados la vuelta y los grandes Girasolones.

Viendo, oliendo y tocando, descubriremos su mundo y el del reino vegetal y no faltará nuestro festín de pipas de las cabezas maduras.

Y es que...,como ya se dijo antes, los niños, como los girasoles pequeños solo piensan en jugar, en disfrutar aprendiendo y aprendiendo a disfrutar.

¡Nuestros días escolares no son ninguno igual!.








Notas complementarias:
(1)Mientras los girasoles crecen, sus cabezas de las flores se mueven de este a oeste diariamente, siguiendo al sol. Por la noche, los girasoles vuelven a enfrentar al este y siguen así hasta el amanecer. Este movimiento se llama heliotropismo.
(2) El fruto del girasol es seco y liviano, y se llama AQUENIO porque que no se abren al madurar Tiene dos cotiledones con aceite comestible.
(3) Gira-Sol. (helianthus annuus).
(4) Sólo los girasoles más jóvenes con cabezas que aún no han sido polinizadas participan en el heliotropísmo. Una vez que la planta madura y la polinización se ha completado, el girasol mira hacia el este y no se mueve hacia el oeste con el sol.






viernes, 16 de marzo de 2018

Poesía para la escuela.

 







Recibir nuevos socios siempre es un placer. Nos acompañan en el camino y en la ilusión y nos traen regalos como estos preciosos textos. 

La escuela y el maestro continúan inspirando a los corazones llenos de sensibilidad. 

Bienvenidos Juan Carlos Gallego y Jose Eduardo Gimeno García.  Llegáis y nos llenáis de poesía y nueva luz.










                Audio de Juan Carlos Gallego.
              " Diario de un alumno con alas"






DIARIO DE UN ALUMNO CON ALAS

12  de septiembre 1946
Mis padres me han prometido viajar hasta el mar cuando cumpla los quince, que será dentro de quince días. Pero eso me da miedo. Me asusta mucho porque no quiero que nos pase algo malo a causa de querer realizar tal viaje; miedo porque se repita aquella y tantas otras tragedias que bastantes pesadillas nos han causado. Porque hasta que no nos marchemos de este lugar no sentiremos el alivio de estar lejos, lejos de los que nos causa miedo. Cada día esas miradas juiciosas que nos vigilan y todas las estúpidas sospechas que se ciernen sobre nosotros están haciendo que nuestras vidas sean cada vez más un verdadero suplicio. El hambre nos pesa menos. Mi padre sueña con llevarnos a vivir a Francia, mi madre con que yo estudie en un buen instituto, lejos de dogmas y supersticiones.

15 de septiembre
Necesito contarte todo esto, amigo Antoni: 
En estos últimos años he descubierto que hay recuerdos que duelen, y que pueden estar siempre presentes si uno lo quiere. Dentro de mí viven unos cuantos que controlan mis sueños futuros, mis anhelos. Los primeros años de mi infancia fueron muy agridulces, como ya sabes profesor, porque en la escuela me fue muy bien, hasta me encantaba ir, pero todo terminó siendo algo muy feo. Después siguieron más acontecimientos, pero entre tanta negra memoria hay un recuerdo luminoso, profesor.  Me refiero a ti, a esa persona que vino de una tierra más azul y más húmeda. Te cuento esto porque  me enseñaste cosas que por aquí nadie llega a aprender. Mis padres estaban muy  contentos contigo porque me hiciste amar la lectura y la pasión de escribir. Cómo me gustaría que pudieras leer lo que ahora escribo porque mis palabras son para agradecerle todo lo que recibí de tus amorosos actos, por la preocupación y paciencia que demostraste hacia mí y hacia mis padres. Porque fuiste amigo además de maestro.  Cada día soporto menos vivir aquí y no quiero agobiar a mis padres con estos asuntos, que bastante tienen ellos con llevar la casa adelante, cuidarme y ahorrar para mis estudios.
Qué nítidos son mis recuerdos de aquellos años en que fuiste profesor en el pueblo, qué amplios se veían los horizontes gracias a tu estancia aquí. Fue poco el tiempo que le aportaste luz a esta escuela pero para mí lo bastante intenso como para recordarlo toda la vida.

17 de septiembre
Quería contarte que hace unos meses emergí de un mutismo selectivo, así dijeron que se llamaba. Comentaban mis padres que fue a causa de un dolor del alma. Me dio por callar; leer y callar, como me aconsejaste, y leí. Eran libros que llegaban a casa de forma misteriosa, clandestina. Mi madre se preocupó mucho por lo que me pasaba pero cuando vio que leer me hacía tanto bien se tranquilizó. Perdió al bebé que traía en su vientre el verano de tu “desaparición”, yo aún tenía cinco años cuando ocurrió. Me hubiera gustado crecer y verlo todo como lo veo ahora, la impaciencia por crecer me ahogaba y ahora me ahoga el querer salir de este lugar.

19 de septiembre
Hoy estoy mejor que otros días, maestro. Cada vez que siento necesidad de escribir y contar vienes a mi memoria, porque me contagiaste el afán de comunicar. Algún día leerán mis palabras escritas en este cuadernillo. Algún día llegará a alguien lo que cuento.
En clase siempre fui el más aplicado, y mi padre presume de eso con los más allegados. Cuando sea mayor voy a ser escritor. Mi padre me dice que me lo piense bien. Ya empezó a dejarme trabajar en la huerta cuando él no encuentra tiempo, y eso lo aprendí de ti, profesor, pero también mi padre puso mucho interés en que yo empezara a colaborar en las tareas comunes. Hay temporadas en que compartimos algunas horas entre las siembras y las recolectas de nuestra huerta, que no sólo es nuestra, mi tío Virgilio tiene allí unos metros de tierra, pero con él coincido menos. Además no me fio, es muy amigo del señor cura. Ante él no puedo comportarme como soy.
Mi padre, al terminar la faena en la tierra, se sienta a veces y mira a un punto fijo, como pensando en cosas que yo no debo saber todavía; se queda como tonto y no me gusta interrumpirle por si le da un aire del susto.

20 de septiembre
Hoy hemos leído juntos, como siempre a escondidas, mis padres y yo. A mí me dio por escribir estas palabras. Faltan siente días para celebrar mi cumpleaños y ya siento nervios por lo que pueda suceder.
¿Podremos viajar? Mi padre lo dice con seguridad y no es que desconfíe de él pero…La gente se hace preguntas sobre nosotros, les parecemos raros, lo veo cuando mi madre se cruza con alguno de los vecinos del pueblo. Ella se queja diciendo que qué afición es esa de meterse en la vida de los demás. Tiene que mentir piadosamente para disuadir la atención de la gente. Otra cosa, no tengo amigos en este lugar desde que dejé de ir a la escuela. Desde el día de tu desaparición, profesor, mis padres te tomaron el relevo. Te imitan muy bien.  

27 de septiembre
Hoy, el día de mi quinceavo cumpleaños, el más triste de mi vida por lo acontecido cuando nos disponíamos a salir de casa para montar en el ómnibus, dirección Mont-roig, donde se encuentra el mar de los pequeños visionarios. Tu mar, profesor.
Dos hombres se han llevado a mi padre no se sabe dónde, ha desaparecido ante mi mirada, y a mi madre la han forcejeado y tirado sobre la cama y le han roto las ropas con violencia. Quedo viviendo con mi tío, escondido, escribiendo con dolor estas las palabras, aterrorizado. No sé si volverá mi madre ni lo que sucede con mi padre. Mi tío habla de un auxilio social para mí, tampoco sé bien qué es eso. No quiero preguntar, prefiero esperar a que suceda algo mañana, algo esperanzador. Se me ha cerrado la garganta, hay un nudo en ella que no deja volar las palabras. Tengo un agujero en el estómago que me está encogiendo. Maestro Antonio, no conoceré el mar porque el mar lo llevo dentro.

                 






                José Eduardo Gimeno García 


"Era el encerado ni negro ni verde,
tenía un tono penetrante que estaba marcado por los restos de una vida de líneas de tiza trazadas,
consoladas de resultados matemáticos,cruces de letras para fechas,
 palabras garabateadas por manos sugerentes
Era una pizarra sin líneas rectas,
sin aristas agresivas de triunfo,
su estrategia era la de la suavidad de sus bordes redondeados,
un lugar fértil al que mirar sin miedo,
cayado de mente abierta.

Paseé mis dedos varias veces por ella,
suavemente,
con la locura de quien ve lo que otros enmudecen,
olía a mar,
pero a mar cercano,
a ese salitre que te sumerge en lo primordial.
Olas de tizas surcando abismos infernales que llegarían,
y en esa oscuridad,
en esa negrura estaba el crisol,
la esperanza de la luz,
esa luz infinita que crea mundos en la intimidad del pensamiento.

Ese palpitar de la esquina izquierda en la que se puso la fecha cada mañana,
ese notar los números cargar el saludo de etapas vitales,
esa maravilla de aprender y de saberse parte de una comunidad,
ese sabor dulce del centro del encerado, donde apenas se había paseado la tiza,
expectante,
senda y camino de desfiles de ideas tribales,
teniendo como tribu al mundo entero.

Y ese susurro ululante del árbol de la plaza visto desde la pequeña ventana...
....la emoción de estar en un centro de luz,
mirarme las manos y no ver otra cosa que polvo de plata,
los ecos de una Luna esquiva entre la esperanza de que nada muere,
todo existe para ser acunado nuevamente,
mientras la barca celeste nos lleva por el mar de las emociones,
los deseos y los sueños.


Sí en ese encerado ni negro ni verde se hallaban todos los colores del universo,
jugando entre las olas de un mar sonriente.
UBUNTU".




sábado, 10 de marzo de 2018

Deshabitados en el X Encuentro sobre la despoblación.



Esta tarde en El Hacedor de La Aldea del Portillo hemos tenido un nuevo pase del documental "Deshabitados". 

Programado dentro del X Encuentro sobre la Despoblación que se ha celebrado allí durante todo el fin de semana. Con iniciativas muy interesantes, poniendo en común proyectos que con mucho esfuerzo y más ilusión se están llevando a cabo en toda la España abandonada por las instituciones y gobierno.  

Muy enriquecedor el conocer a gente tan concienciada y valiente. Y muy gratificante ver como acogían y disfrutaban de nuestro proyecto de futuro con la escuela y se emocionaban con la historia del maestro.  

Esperamos que en algún momento sus proyectos puedan cruzarse con el nuestro y se creen nuevos lazos  entre nuestros pueblos. 

La escuela está abierta a que nos visitéis y la Asociación Escuela Benaiges de Bañuelos de Bureba estará encantada de proyectar el documental allí donde sea solicitado.

Gracias a Dorien por abrir el Hacedor a nuestra Asociación. Ha sido un placer poder participar en este encuentro y conocer como se mueve y se avanza cuando se tienen ideas y corazón para lanzarse a por ellas.