Crónica de Enric Aragonès Jové
Los
días 2, 3 y 4 de octubre, Enric Aragonès Jové, miembro de la
Asociación Escuela Benaiges y familiar del maestro Antoni Benaiges,
presentó nuestro proyecto en las Jornadas El Maquis organizadas por
la Gavilla Verde, en Santa Cruz de Moya (Cuenca).
Pasan
ya cuarenta minutos de la medianoche y no tenemos ningún móvil con
batería. No conocemos Santa
Cruz de Moya,
y no estamos seguros de cuando vamos a llegar, ni si aún no estarán
esperando. Las pronunciadas curvas en esta carretera con pendiente y
a oscuras no acaban nunca, y nos obligan a ir lentos.
Pero
no hay de qué preocuparse.
Cuando llegamos al pueblo, vemos bastante movimiento. Parece que las
primeras actividades de las Jornadas
El Maquis
se alargan en el bar unas horas más. Miguel, de La Gavilla Verde,
nos recibe con los brazos abiertos y nos presenta a compañeros y
compañeras.
Antes
de
meternos en la cama, compartimos unos gintonics con los presentes y
dos elementos me llaman la atención. En primer lugar, se escucha
catalán por todas partes, a pesar de estar en plena Serranía de
Cuenca. Parece que la sed de memoria ha arrastrado a mucha gente de
Catalunya y País Valencià a la zona, y que los oídos de los
locales se han acostumbrado muy bien.
La
segunda sorpresa es que solo llegar ya recibimos las primeras
felicitaciones por el documental El
Retratista.
Se ha proyectado solo unas horas antes, sin presentación previa, y
esto ha augmentado la expectación por la charla en la que tengo
participar al día siguiente. El interés de todo el mundo me alegra,
y a la vez me hace pensar que tendría que repasar las notas que he
tomado para prepararme.
Al
día siguiente por la mañana, la lluvia es tímida y nos permite una
pequeña excursión por los alrededores el del pueblo. Huertas, ríos,
simas y puentes rodean este pequeña aldea de 263 habitantes (ocho
veces Bañuelos). Seguimos con la presentación de las Brigadas
Intergeneracionales, un proyecto musical muy interesante.
Por
la tarde, llega el momento de compartir con el resto de presentes
nuestras experiencias. Me preceden dos
propuestas para hablar de la Guerra Civil y del Maquis en el aula,
des de Cuenca y el País Valencià, respectivamente.
La mesa
es sobre educación y memoria histórica, y mi presentación empieza
con la proyección de una foto de la fosa de la Pedraja, del 28 de
septiembre: PASAMOS Y PASAREMOS. Silencio en sala. Queda justificada
la necesidad de traer la memoria y la historia a las aulas.
A partir
de aquí, desgrano la historia del maestro Antoni Benaiges, a partir
del hilo del que tiró Sergi Bernal en 2010 y con la visión
particular de la família del maestro. Las imágenes proyectadas se
vuelven de color cuando empiezo a hablar de la Asociación Escuela
Benaiges, de nuestras jornadas, del proyecto de museización de la
escuela. Como siempre me gusta decir, de nuestro trabajo por una
educación con memoria, y por una memoria histórica siempre
educativa.
La
última imagen que proyecto es tambien de la fosa, pero de abril de
2015, con nuestras manos unidas en el abrazo colectivo con el que
cerramos las Jornadas Escuela Benaiges. Puedo ver lágrimas entre el
público des del escenario.
Al
terminar, los libros y DVD que he podido traer no son suficientes
para la inmensa cantidad de gente que se acerca a comprar, a
felicitar o a interesarse aún más por nuestra historia y nuestro
proyecto. Se plantean nuevos pases del documental, ¡e incluso firmo
algún autógrafo! Aunque hace muchos meses que esta película vió
la luz, me doy cuenta que aún tiene cuerda para seguir emocionando y
arrastrando mucha más gente cada vez que unos ojos nuevos descubren
la historia.
Las
ponencias y actividades siguen, se hablas de maquis y de Pedro
Peinado (fundador de la Gavilla Verde fallecido este año). La mañana
del domingo se ocupa con un largo y sentido homenaje en el Monumento
al Guerrillero que se encuentra en las afueras.
Después
de esto, a la vuelta, me permito reflexionar sobre lo que he vivido
este fin de semana. No puedo evitar ver paralelismos entre estas
jornadas que hace dieciséis años que llenan Santa Cruz de Moya de
gente, y la semilla que plantamos el curso pasado en Bañuelos de
Bureba. Con todas la diferencias, hay mucho de qué aprender aquí.
La
colaboración entre proyectos memorialísticos se nos presenta no
solo como útil, sino imprescindible. Es enorme la oportunidad de
aprendizaje mútuo de nuestras experiencias, tan diversas y por ello
tan interesantes.
Podéis encontrar fotografías de las jornadas aquí: http://www.lagavillaverde.org/Paginas/Jornadas/2015.html
Muy bien Enric, gracias por esta crónica y por no dejar desierta esta invitación, realmente estamos tejiendo una tela que en el momento de la verdad nos aguante todas las propuestas que tenemos pensadas.
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